El presente Plan Provincial de Riego y Drenaje inicia con un diagnóstico participativo y validación posterior a nivel cantonal, mediante reuniones con los representantes de las comunidades y organizaciones de regantes, actores provinciales, zonales y locales.
En este proceso de diseño y estructuración se incorporaron criterios técnicos de entidades estatales tales como GADPI, SENAGUA, MAE y MAG.
El Plan contempla varias etapas: el diagnóstico de los sistemas de riego en materia de gestión del agua, el levantamiento de la infraestructura hidráulica, generación de un Atlas Cartográfico de los Sistemas de Riego, aspectos ambientales e hidrológicos, la articulación entre los diferentes actores e instituciones con competencia en riego, la matriz productiva agropecuaria, entre otros.
Se define una imagen objetivo para establecer lo que hace falta para avanzar desde la situación actual, hasta la visión futura a veinte años, con revisión periódica cada cuatro años. Y, por último, propone un conjunto de iniciativas, mejoras institucionales y de gestión para favorecer el riego y la agricultura regional.
Sin duda, la implementación de esta agenda de iniciativas requiere un elevado nivel de compromiso, así como la participación activa y democrática de los actores, para lo que se realiza además un modelo de gestión público-comunitario, que los anime a trabajar con una visión común de largo plazo.
El Plan de Riego y Drenaje, coadyuva al desarrollo económico, a través del manejo eficiente del recurso agua, con planificación para la entrega de servicios adecuados de infraestructura hidráulica, aprovechamiento de las aguas subterráneas y superficiales, en concordancia con la conservación ambiental, la equidad y las buenas prácticas comunitarias, basándose en principios fundamentales, consagrados tanto en la Constitución como en las políticas públicas nacionales sobre riego y drenaje, a saber: buen vivir rural, redistribución, concertación, participación, inclusión y equidad.
El objetivo general es planificar estratégica y participativamente, la gestión de los sistemas de riego de la provincia, garantizando la soberanía alimentaria y la agro-exportación, con prioridad en la agricultura familiar; articulando y empoderando los diferentes actores sociales e institucionales.
Para cumplir con este objetivo general, se lo ha desagregado en cuatro objetivos específicos, que son: